Descripción enviada por el equipo del proyecto. Lune de Sang es una empresa intergeneracional única que se encargará de transformar una antigua propiedad de producción lechera, en el norte de Nueva Gales del Sur, en un cultivo forestal sustentable.
La visión es excepcional, ya que en lugar de plantar un cultivo de rápido crecimiento, se optó por cultivar diversos árboles de maderas nobles de la región para establecer un paisaje selvático tropical que tomará generaciones en madurar. Las especies alboreas serán cultivadas hasta su madurez para luego ser recolectadas de manera selectiva. La larga expectativa de vida de estas especies árboles significará una espera de entre 50 y 300 años antes que las diversas maderas estén totalmente maduras.
Fuimos cautivados por esta visión a largo plazo, la cual se extiende más allá del tiempo de vida de cualquier individuo.
El diseño es una estrecha colaboración con nuestro cliente, un salto en la comprensión colectiva del lugar, el paisaje y el tiempo. El crecimiento sin prisas del bosque tropical ha influido en nuestro enfoque para la inserción de la arquitectura en el sitio por lo que todos los edificios están diseñados para responder a la noción de un ciclo de vida de 300 años.
Las estructuras, tanto productivas como de vivienda, deben ser dotadas de un sentido de permanencia. Han sido concebidas como ruinas en el paisaje; antiguas estructuras de hormigón y piedra que han sido desenterrados y modernizados para una habitación cómoda, con nítidos detalles de cristal y acero.
La ambición es lograr una arquitectura elemental y atávica. Las estructuras logran parecer una ruina desenterrada desde el día mismo en que se construyen. Nos fijamos en ruinas, formas de la naturaleza, y cómo algunas estructuras son modificadas a través de generaciones. Buscamos materiales que pudiesen madurar con el tiempo, intensificando las cualidades de la construcción en lugar de degradarla. Utilizamos el concreto por sus múltiples cualidades. Siendo un material abstracto, moderno y preciso pero a la vez con una cualidad de antigüedad.
Las primeras estructuras que se construirán en el sitio son los dos galpones. Concebidos como dispositivos ordenadores del sitio, los galpones son parte de la delimitación entre el bosque emergente en el valle y el paisaje doméstico habitado. Los galpones están conectados a tierra, edificios rítmicos con una repetición de patrones que se relacionan con otros elementos del paisaje construido para establecer un alineamiento territorial y amplificar el contraste con el paisaje. Las bermas de tierra y los muros de contención de piedra controlan los contornos para contener el espacio.
El volumen del galpón está anclado en la ladera para proporcionar refugio y una perspectiva elemental. Una calma impregna cada espacio interior, mejorando la experiencia espacial del edificio y del paisaje. La masa térmica del hormigón y la tierra se suman a la sensación de calma interna y hacen del interior un lugar significativamente más fresco en verano y cálido en invierno.
Galpón 1: Se compone de un espacio principal con un taller en la parte inferior, parcialmente contenido por la ladera. La estructura enmarca el paisaje con el bosque visto a través del ritmo de las columnas y el muro de piedra que serpentea en el edificio, produciéndose una liberación visual hacia arriba y hacia el exterior.
Cuando se complete el tiempo concebido, ambas estructuras solo se mostrarán en plenitud al ingresar a su entorno inmediato, intensificando su presencia en el paisaje. Por el momento, estas estructuras en reposo continuarán observando la selva, esperando su crecimiento.